lunes, 19 de febrero de 2024

INVENTARIO ÍNTIMO DE LAS COSAS, DE IVONNE GORDON

 INVENTARIO ÍNTIMO DE LAS COSAS, DE IVONNE GORDON

 

Berta Lucía Estrada Estrada

Crítica Literaria

 

Un poema nuevo es la sumatoria de los versos ya escritos. Escribir es un hilo infinito atado a la misma rueca. Al tirar de él nos adentramos cada vez más en el tejido que unas manos sabias y pacientes entrelazan en una trama. Un tejido es un texto. Eso lo sabía muy bien Penélope. El acto de tejer y destejer su vestido de novia le permitía contar los días que la separaban del regreso de Ulises. La espera y la paciencia se convirtieron en sus amigas. Eso también lo sabía Amaranta puesto que cada noche tejía una parte de su propia mortaja. Ella había decidido que moriría el día en que la terminara. Otra forma de contar su propia existencia y su paso por Macondo. Ulises regresó a Ítaca, una forma de regresar al útero de Penélope; mientras que Amaranta se dejó caer en el gran útero del vacío que nos espera a todos los exiliados en este mundo que llamamos “existencia”. Ellas dos son la metáfora del comienzo y el fin. Son la aurora y el crepúsculo. Son la primavera y el invierno. Son la luna llena y la luna nueva. Porque todo comienzo tiene un fin.

 

Y eso lo intuye muy bien Ivonne Gordon cuando evoca la figura de sus abuelas tejedoras en el Inventario Íntimo de las Cosas (Accésit del X Premio Internacional de Poesía Pilar Fernández Labrador, 2023; con un hermoso prólogo de la académica Carmen Ruiz Barrionuevo). Ivonne Gordon sabe que viene de sus vientres y que el hilo que estira seguirá estirándose así pase por infinitos huecos en los que se hace un nudo como si fuese una tijera que lo corta. El hilo pasará de una historia a otra; al final será siempre la misma historia, la misma evocación.

Qué fácil es ignorar lo que somos,
y qué difícil es llegar a conocernos
porque la aguja sigue el hilo de la puntada
en la tela profeta con que falseamos la duda
.

Volvamos a Ítaca y al regreso de Ulises después de veinte años de ausencia. Antes de que nadie lo reconozca, recordemos que se había disfrazado de mendigo, Argos, su perro, lo olfatea, menea la cola, ladra y muere. Tal y como lo dice Pascal Quignard, en Mourir de penser, es el primer perro en la historia de la literatura que “piensa”; y por ende, se convierte en un personaje literario muy importante. Así que Ivonne Gordon recoge el cuerpo de Argos y lo pone en el umbral de la casa de la abuela para que con sus ladridos evite que las cosas se pierdan “por el rasguño del tiempo”.

afuera de la casa de la abuela un perro callejero ladra a la luna, mientras las cosas /
se pierden por el rasguño del tiempo
”.

Y en esta filatura, que caracteriza su trabajo poético, Ivonne Gordon recoge los hilos del agua de su poemario precedente titulado Casa de Agua (ganador del I Premio Poeta Nueva York, Ediciones Valparaíso-USA, 2021) en el que ella evoca a su abuela hilandera que huyó de la guerra; y al hacerlo, dejó como única herencia el exilio; del que la poeta no puede ni quiere escapar.

la guerra destruyó la patria de mis abuelos, … /sin desear me fui ocultando/
y aprendí a callar en la arcilla de los husos,
 /
… aprendí a deshilar e hilar al mismo tiempo, y sin darme cuenta se convirtió en un ritual diario donde la paz ocupa el espacio primario y crece la bondad sin palabras”.

Las lenguas antiguas, desaparecidas en calles de piedras negras, se bifurcan en la desmemoria de un hilván descosido. Sin embargo, el tiempo, esa enorme aguja que teje y teje sin parar, sabe que “toda costura rota / se puede coser”. Se cose en el exilio, a veces real y a veces imaginario, “con hilos apolillados, cosidos en una máquina singer / con pedal ajeno y peregrino”.

Las ciudades de agua se hilvanan una a una con un viejo hilo; todas pasan a través del ojo atento de una aguja. Y entre una enhebrada y otra vuelve el exilio. El padre debe “huir del ruido / de la desconsolación inundada”; para no desaparecer en la bruma debe esconderse nuevamente en el destierro. Es así como “la soledad crece en las ranuras del agua” y “la inocencia trasciende las heridas del espejo”. Recordemos que el espejo es otra de las formas del agua. Al atravesarlas la poeta siente que pende de un hilo, que debajo de sus pies está el vacío ineluctable de la vida. No es una funámbula, ya que no camina sobre el hilo, es el hilo el que rodea su garganta; y si en ese eterno zarandeo el hilo aprieta demasiado “sus costuras frágiles se rompen porque nada es perenne” y la dejan atrapada en “la oblea del tiempo”; otra forma de regresar al hilván -léase refugio- que ya había nombrado.

Para no caer del todo, y poder quedar eternamente suspendida en el tiempo, hace “abluciones en hebreo, en latín, / en castellano y a veces en alemán”. La migración es eterna, se hereda como si fuese una tara o una maldición o como se hereda una virtud. Nada nos es ajeno; sin embargo, todo nos es extraño. Por eso recuerda la cocina de la abuela donde ella repetía, como si enlazase eternamente una aguja que

(somos agua en una vasija de barro eterna,
somos agua de lo justo y de lo bello). 

la abuela sin saberlo era una grieta en el tiempo,

la abuela buscaba la dignidad de los inconformes

lo que éramos antes de que los pájaros se fueran
”.

Este último verso me lleva a pensar en Jorge Semprún cuando recuerda que en Birkinau el humo de los hornos crematorios había hecho huir a los pájaros. El vuelo y el canto de los pájaros representan la libertad y la alegría; sin ellos el miedo se instala y queda ancorado en los hilos con los que se tejerán otras existencias; así a veces se destrencen “los tejidos de las manos que pasan por el agua desnuda.” También pienso en Clara Schoenborn y en su potente poemario Los oficios de Atenea (Premio Nacional Ediciones Embalaje-Museo Rayo, 2011). Las dos poetas son descendientes de sobrevivientes de la Shoah. En el caso de Clara Schoenborn una gran parte de su familia paterna murió en los campos de concentración de la Alemania nazi. Por eso no es raro que las dos sean poetas; en cierta forma son guerreras de las palabras, amazonas de las imágenes y vencedoras del odio. En otras palabras, son letristas de los antiguos cánticos griegos llamados peános -o peán (Παιάν)-. Por eso son sobrevivientes de la infamia e Ivonne Gordon nos lo recuerda así:

ellas ya habían previsto mi nacimiento,
nacer del vientre de mis abuelas,
es una extensa geografía húmeda,
es una emigración continua de embarcar
y desembarcar, de volver y no regresar nunca
una travesía infinita en el árbol familiar

Y ese árbol familiar creció, sus raíces se hicieron profundas, se entrelazaron con las raíces de otros árboles, se hicieron rizomas sin importar si hay un nodo central; como en la teoría filosófica de Georges Deleuze y de Félix Guattari.

aprendiste a rezar por otros, en lenguas que no eran tuyas, aprendiste a pedir por otros, a pedir que se levanten / y que vuelvan al altar en el periplo de la bondad /aprendiste a hacer un inventario íntimo de las cosas a pedir por otros,
(pedir es otra forma de abrazar la dignidad
).

Epílogo:

Este breve ensayo que hago sobre el Inventario Íntimo de las Cosas, de Ivonne Gordon, es sólo una ligera aproximación a las lecturas diversas que pueden hacerse de su libro; no obstante, aquí está el nódulo central: la guerra y la migración. Aún así se podría hablar sobre una imagen recurrente que atraviesa su obra; me refiero a los peces que saltan de un poema a otro y en los que la poeta encuentra una especie de refugio para no ahogarse cuando es lanzada al fondo de las aguas. También hubiese podido hablar, única y exclusivamente, sobre los títulos de cada poema puesto que ellos son el logos en toda su dimensión. Los títulos están tan bien concebidos que evitan que el lector se pierda en la lectura de cada poema, son un resumen, un compendio, una bitácora o un astrolabio que acompaña la lectura solitaria y que en cierta forma la ilumina.

Lectura altamente sugerida.

Nota: Este artículo fue publicado inicialmente por la Revista Ruido Manifiesto en asociación con Revista Agulha de Cultura el 3 de febrero de 2024.

https://ruidomanifesto.org/inventario-intimo-de-las-cosas-de-ivonne-gordon-agulha-revista-de-cultura/?fbclid=IwAR0ovCSakQ6iKAmTEO13Npb007--ei1uVssEOeyKw0KrOGfvb5J0IXaD5nI

Bibliografía:

Ivonne Gordon:

http://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2021/12/berta-lucia-estrada-el-poder-de-la.html

https://triplov.com/ivonne-gordon-la-poeta-emisaria-de-las-diosas-helenicas/?fbclid=IwAR1Jw6xoIdvri6WNHJ1cjK-v4FMHFNR8DF26VdzKoSRcRByaXMspVGX_ekY

Clara Schoenborn:

http://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2020/07/berta-lucia-estrada-la-shoah-en-clave.html


 

 

 

 

viernes, 29 de diciembre de 2023

GÉRARD DEPARDIEU, LA CAÍDA DE UN DIOS

 GÉRARD DEPARDIEU, LA CAÍDA DE UN DIOS

No en vano el apellido de Gerard, el monstruo sagrado del cine francés, es Depardieu (o sea, de la parte de dios).
Gérard Depardieu es un actor inmenso que llegó a su cúspide con Cyrano de Bergerac; luego haría el rol de Balzac para una serie de televisión francesa que yo admiro mucho y en la que actuó con la gran actriz Jeanne Moreau, con Virna Lisi y con otra actriz menos importante, aunque muy apreciada en Francia; me refiero a Fanny Ardant que en estos días lo ha defendido a capa y espada.
A Gérard Depardieu le quitaron la máscara que ocultaba a un posible depredador sexual que el mundo del cine francés protegió durante cerca de 50 años; entre otras razones porque el cine es una industria que produce mucho dinero. Sin contar que Depardieu encarna, según muchos franceses -incluido Emmanuel Macron- el Arte Francés; por lo tanto, habría que excusarlo, defenderlo y por eso denuncian "una cacería al hombre".
No, no es una cacería al hombre. Es romper "l'omerta" (me too francés) que se tenía en torno a él.
L'affaire Depardieu es, también, la denuncia en contra de un sistema patriarcal que ha justificado siempre la violencia de género; un sistema sociocultural que muestra a las mujeres como objetos sexuales y desechables. Un sistema donde la religión, en este caso la católica, es el pilar fundamental de la sociedad machista, misógina y extremadamente violenta que es el patriarcado.
Y por supuesto que no ignoro que los Mass-Media tienen su parte de culpabilidad en esta aberración, ya que durante 50 años protegió a Gérard Depardieu porque él vendía; y cuando la máquina de hacer dinero gira, hay que seguirle dando manivela.
https://podcasts.lemonde.fr/en/lheure-du-monde/202312070300-gerard-depardieu-la-chute-dune-icone-du-cinema?lmd_medium=sponso&lmd_campaign=trf_podcasts_lmfr&lmd_creation=gratuit_hdm&lmd_variant=fb&lmd_format=Facebook_Desktop_Feed&lmd_source=meta&fbclid=IwAR0_z6JCT3EIq_wvJFUcjiQODdXNyXX51NDugbvBd4xYsOzDxkxADxBBCdQ

domingo, 24 de diciembre de 2023

LIBRO MEDITERRÁNEO DE LOS MUERTOS, DE María Ángeles Pérez López


 

Puede ser una imagen de diario, libro y texto que dice "MARÍA ÁNGELES PÉREZ LóPEZ LIBRO MEDITERRÁNEO DE LOS MUERTOS PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA MARGARITA FUNDACIÓN CENTRO DE POESÍA JOSE HIERRO PRE-TEXTOS,POESÍA"

 

LIBRO MEDITERRÁNEO DE LOS MUERTOS
Autora: María Ángeles Pérez López

Premio Internacional de Poesía Margarita Hierro 2023
Pre-Textos

Hay libros que merecen más de una lectura y el Libro Mediterráneo de los Muertos, de la poeta Maria Ángeles Pérez López, es uno de ellos.

Esta segunda lectura confirma que se trata de un poemario trabajado como si se tratase de una iluminación medieval; así de preciso es. Habría que leerlo tres o cuatro veces más, y con una lupa, para poder penetrar en todos los arcanos que se encuentran diseminados a lo largo de sus 49 páginas.

Libro Mediterráneo de los Muertos es una elegía que se conduele de la miseria humana y que nos deja unas preguntas que gravitan encima de nuestras cabezas: 
¿Una sociedad que no se conduele ante la hecatombe del Mediterráneo -aunque también podría ser la hecatombe de la selva del Darién- es una sociedad de seres humanos? 
¿En qué nos hemos convertido cuando los migrantes son cazados y desaparecidos en las aguas o en la selva como quién aplasta una mosca que nos zumba en los oídos? 
¿Las sociedades opulentas del Norte se han vuelto ciegas, sordas y mudas ante la tragedia que se lleva a cabo en el umbral mismo de su territorio?
¿Acaso somos eternos cancerberos con cientos de cabezas dispuestas a desgarrar y devorar cada milímetro de las personas que llamamos muy despectivamente "ilegales"? 
¿Cómo un ser humano puede ser "ilegal"?
Estas y otras preguntas muy dolorosas son las que me planteo luego de la lectura del Libro Mediterráneo de los Muertos. Por fortuna aún quedan poetas que hunden el dedo en la llaga purulenta de esta sociedad postmoderna que olvidó que la empatía y la compasión son los sentimientos que todo ser vivo debería regar cómo se riega una planta.
Para terminar, me gustaría decir que este poemario nos hace pensar en el Libro Centroamericano de los Muertos de Balam Rodrigo. 

domingo, 17 de diciembre de 2023

NUNCA VOLVERÉ A VER EL MUNDO Y MADAME HAYAT, DE AHMET ALTAN

 NUNCA VOLVERÉ A VER EL MUNDO Y MADAME HAYAT, DE AHMET ALTAN

NUNCA VOLVERÉ A VER EL MUNDO Y MADAME HAYAT, DE AHMET ALTAN
El pasado 10 de diciembre escribí una breve reseña sobre Madame Hayat, la maravillosa novela de Ahmet Altan, y en el día de ayer leí el diario escrito en prisión antes que la novela recién enunciada; me refiero a Nunca volveré a ver el mundo (Je ne reverrai plus le monde, Actes Sud, Collection Babel, 2019 - 216 páginas). Como era de esperar su lectura no me dejó indemne.
Nunca volveré a ver el mundo fue concebido como un diario aunque en realidad se aleja mucho de dicho concepto; y creo que en eso radica uno de sus mayores logros. El diario está dividido en 19 capítulos; los cuales se pueden leer autónomamente como si se tratase de pequeños cuentos. Ésto no quiere decir que no haya un hilo conductor a todo lo largo y ancho de la obra en cuestión.
El primer capítulo se titula Una Frase. Una vez que se monta en el carro que va a llevarlo a prisión uno de los guardas le ofrece un cigarrillo, y él, dueño de un gran aplomo, le responde: - No, gracias. Sólo fumo cuando estoy bajo tensión. Esa frase, nacida de lo más profundo de su conciencia, va a mostrarle el camino que debe seguir para no perder nunca la calma y no dejarse abatir por la ausencia de vida en un reclusorio.
Ahora entremos un poco en la historia del autor que nos ocupa. Ahmet Altan fue arrestado al día siguiente del supuesto golpe de estado en la noche del 15 al 16 de julio de 2016 en contra de Erdogan. Un golpe estado en el que personalmente nunca he creído, ya que para mí siempre fue evidente que lo que él buscaba era deshacerse de los intelectuales, artistas, escritores, periodistas o gente del común que pudiesen oponerse al trabajo que ha hecho desde que está en el poder. Me refiero a su obsesión por destruir el legado democrático de Kemal Atatürk y con él su deseo por una Turquía laica y occidentalizada. Poco importaba que la gente arrestada durante años fuese o no culpable, ni siquiera importaba si era o no opositora al régimen; lo que verdaderamente importaba era sembrar el miedo como quien siembra el oxígeno. Sin miedo no había, y no hay posibilidades, de sostenerse en el poder. Ese miedo va a ser uno de los leitmotiv literarios más importantes de la novela Madame Hayat. Un miedo al que Altan no sucumbe gracias a su imaginación de escritor. Y esta característica no obedece a que él sea un super hombre ni a una falta de empatía consigo mismo y con los demás; por el contrario, Altan es un hombre generoso y empático que entiende muy bien el sufrimiento de las personas que lo rodean y de los que están fuera de prisión. Esa característica, posiblemente estoica, no le llega de un momento a otro en el carro que lo conduce a prisión sino que en realidad él había estado preparándose para ese momento desde que su padre, muchos años antes, fuese arrestado y torturado por sus ideas políticas.
Altan, desde su posición como periodista y editorialista de su periódico Taref, sabía que en cualquier momento la cuerda floja por la que caminaba podía lanzarlo a las mazmorras oscuras donde son olvidadas las personas non gratas al régimen de Erdogan. Incluso mucho antes de su arresto preparó una pequeña maleta con alguna ropa, utensilios de aseo y libros; sobre todo libros.
Son los personajes literarios, más que los autores, los que le van a permitir no caer ni en la depresión ni en la desesperanza en los largos meses de encierro en una pequeña celda de solo 10 m2 que debe compartir con dos detenidos más. Detenidos que no pertenecen a su mismo mundo social, cultural y educativo. Dos detenidos muy creyentes, uno de ellos es prácticamente un fanático religioso, mientras que Altan es ateo. Y ya se sabe que vivir con alguien cuya vida y acciones giran en torno a la religión puede convertirse en un pequeño e insoportable infierno; sobre todo si no se es creyente.
Y si este diario lleva como título Nunca volveré a ver el mundo es porque Altan fue condenado dos veces y la segunda condena fue la prisión perpetua. Altan era consciente que no se trataba de un eufemismo por lo que se preparó para vivir definitivamente en ese pequeño mundo de 10m2. Por fortuna la presión internacional logró su liberación. Y para impedir que dejara el país le quitaron el pasaporte. Por otra parte, su libertad es en cierta forma ilusoria puesto que él sabe que la prisión pende sobre su cabeza como una espada de Damocles. En otras palabras él sabe que en cualquier momento puede regresar a alguna celda reservada para silenciarlo. Posiblemente si no lo han arrestado de nuevo es porque saben que no existe una forma eficaz de silenciarlo; a no ser que lo asesinen. Su carta principal para evitar que eso ocurra es Nunca volveré a ver el mundo. Cabe decir que este diario fue escrito en pequeños papeles que Altan le entregaba a su abogado cuando tenían una cita para preparar su defensa.
Luego escribiría Madame Hayat. Un personaje que se le apareció en la celda en una tarde de modorra; y aunque él todavía no conocía su nombre si sabía que iba a volver a surgir en una novela que se estaba fraguando en el fondo de su conciencia sin que él mismo fuese consciente de su creación. Hayat significa “vida”. Así que Madame Hayat quiere decir Madame Vida.
Otra de las características de este hermoso diario es la reflexión sobre la literatura y sus personajes -como lo enuncié anteriormente-; algo que Altan retoma en la novela a la que hago alusión; me refiero a Madame Hayat.

MADAME HAYAT
(Publicado el 10.12. 2023)
Ayer leí con verdadera fruición, y de una sola sentada, la maravillosa novela Madame Hayat, escrita durante los cuatro años que pasó su autor en prisión.
Ahmet Altan, escritor y periodista turco, fue encarcelado al día siguiente del supuesto golpe de estado que se habría fraguado en contra de Erdogan en 2016. Primero fue condenado a cadena perpetua y luego a 10 años de prisión. Cuatro años después, y gracias a la presión internacional, especialmente del PEN, es liberado aunque no puede salir del país y en cualquier momento puede ser encarcelado de nuevo.
Y es en una de las cárceles siniestras del régimen donde escribe Madame Hayat (Actes Sud, 2021- 268 páginas - Premio Fémina a la mejor obra extranjera 2021)*. Este hermoso texto narra la vida de una mujer extremadamente libre, sensual y hermosa -en cierta forma una odalisca dispuesta a la eterna seducción-; y como si fuera poco dueña de una ironía sin par y bastante enigmática. Altan dice que fue gracias a su inteligencia, y a la calidez de su cuerpo, que él pudo soportar el encierro con otros dos detenidos en una celda de sólo 10 m2.
Madame Hayat es también un libro que desenmascara al régimen de Erdogan, que hurga en la corrupción que corroe a las altas esferas; y sobre todo, es una novela sobre la literatura y sobre la crítica literaria.
Esa maravilla de libro fue escrito en una pequeña mesa de plástico que debía compartir con sus compañeros de infortunio.
Altan es conocido como el escritor "mágico" ya que él sostiene que escribir es pura magia y que gracias a esa magia y a su imaginación pudo salir indemne del encierro en cuestión.
También escribió un diario titulado Nunca volveré a ver el mundo. La lectura de Madame Hayat me sorprendió muy gratamente, y eso me ocurre muy de vez en cuando.
Debo confesar que nunca he sido capaz de leer un libro entero de Orhan Pamuk; y eso que he intentado leer tres de sus obras varias veces; me refiero a: Nieve, Me llamo rojo y El museo de la inocencia.
Les recomiendo este autor sorprendente que me ha dejado poco menos que enamorada de él y de su pluma.
*Esta es la presentación de Madame Hayat cuando ganó el Premio Fémina:

sábado, 16 de diciembre de 2023

LA LITERATURA ME HA HECHO LIBRE

 LA LITERATURA ME HA HECHO LIBRE



El oficio de leer y de escribir es la razón primordial de mi existencia como ser humano. Debo decir que si bien no me considero ni poeta ni escritora en el sentido literal de la palabra si me considero una muy buena lectora; y si hubiese que decir algo más sobre mi oficio diría que soy crítica literaria. 

 

Hace más de cincuenta años que escribo y básicamente lo he hecho en la modalidad de ensayo. He escrito más de 300 artículos, reseñas de libros y ensayos; algunos de ellos regulares y otros que considero que son buenos. 

 

Tengo el privilegio de ser publicada en revistas nacionales e internacionales e incluso algunos de mis ensayos literarios han sido publicados en libros de UNIOESTE (Universidade Estadual Do Oeste Do Paraná – Cascavel, Brasil); y eso en varias oportunidades. Y nunca me han exigido absolutamente nada. Sólo me piden un ensayo y luego lo publican. No recibo dinero a cambio; nunca me han pagado por un ensayo publicado. 

 

Y si escribo ésto es porque en el día de hoy recibí una carta de una revista en la que se me solicitaba una reseña para un libro determinado y la petición venía acompañada de un documento de 4 páginas y de 1774 palabras; mientras que la reseña requerida exigía un mínimo de 1000 palabras y un máximo de 1500. 

 

Entiendo que las líneas editoriales existen; sólo que en este caso son demasiado restrictivas y con directrices claras que exigen ser acatadas. Dicho documento es, en realidad, un manual sobre cómo escribir una reseña para que la revista la publique. Posiblemente ese minicurso pueda servirle a alguien que nunca ha escrito una reseña literaria y mucho menos un ensayo; aunque yo no hubiese querido que en la universidad me exigieran trabajos bajo las premisas  de la revista a la que hago alusión. 

 

Yo leo por placer estético, intelectual y límbico; es una necesidad igual a respirar, comer o caminar. No lo hago por condicionamientos exteriores; sólo lo hago porque yo misma necesito de los libros para poder vivir. Y si luego escribo una breve reseña -o un ensayo largo sobre un libro determinado- es porque me surge la necesidad de dialogar con el libro; así penetro en su esencia y al hacerlo ejerzo el oficio de cirujana. La pluma me sirve de escalpelo para cortar el texto en infinitas capas y luego armarlas como un rompecabezas en el texto que yo construyo a partir de la lectura -o lecturas- para poder entenderla y asimilarla lectura. 

 

Por último, les dejo dos reflexiones que publiqué hace varios años sobre el oficio de escribir y sobre la libertad que me ha otorgado la literatura:

 

https://blogs.elespectador.com/cultura/el-hilo-de-ariadna/el-oficio-de-escritor

 

https://blogs.elespectador.com/cultura/el-hilo-de-ariadna/la-literatura-me-ha-hecho-libre

 

 

 

 

 

 

 

 

 

martes, 12 de diciembre de 2023

AMORGÓS, DE NIKOS GATSOS Y LAURELES DEL SILENCIO DE AGATHI DIMITROUKA

Amorgós y otros poemas, de Nikos Gatsos
(Grupo Anaya, 2021)
Laureles de silencio, de Agathi Dimitrouka
(Abisinia Editorial, 2023)
En la tarde de ayer y en la del día de hoy leí con verdadero placer intelectual y límbico estos dos poemarios donde confluyen el amor y la amistad; y sobre todo donde están la huellas de una cultura varias veces milenaria, cómo es la griega.
Amorgós es un poemario atravesado por una música prodigiosa que hace danzar todos los sentidos y al mismo tiempo las palabras penetran el intelecto.
Laureles del silencio, escrito por la albacea de Gatsos, es un trabajo de un encaje minucioso como si se tratase de una tejedora que une los hilos de la memoria y de la cultura griega; no en vano es una heredera directa de Pénelope. Ella sabe que en el telar se teje la memoria.
Yo diría que Amorgós y Laureles del silencio dialogan el uno con el otro, se bañan juntos en aguas calmas y otra veces turbulentas sin que nunca se sacien del contacto con ese elemento; sin que nunca se asfixien al tomar el mismo aire; los dos escuchan una antigua cítara y cantan al unísono viejas canciones helénicas que se suman a las que ellos crean.
Los dos poemarios son exquisitos y son una muestra de la inmensa cultura de sus dos creadores.
Gracias Αγαθή Δημητρούκα por este elixir de los dioses del Olimpo que me has obsequiado. Un placer compartir este banquete contigo, con Gatsos, con Zeus y con Afrodita; entre otros personajes que pueblan el mundo occidental. Su herencia es la herencia de todos nosotros. Brindo por ello.



domingo, 10 de diciembre de 2023

LA CANCELACIÓN A LA PERIODISTA Y ACTIVISTA FRANCO-MARROQUÍ ZINEB EL RHAZOUI TERMINÓ EN EL DESPOJO DEL PREMIO SIMONE VEIL QUE LE HABÍAN OTORGADO EN 2019

 LA CANCELACIÓN A LA PERIODISTA Y ACTIVISTA FRANCO-MARROQUÍ ZINEB EL RHAZOUI TERMINÓ EN EL DESPOJO DEL PREMIO SIMONE VEIL QUE LE HABÍAN OTORGADO EN 2019:

Lamentablemente vivimos en un mundo en el que no podemos criticar el genocidio perpetrado por el Estado de Israel contra el pueblo palestino. Hacerlo les ha costado a muchas personas su empleo; y ahora es Zineb El Rhazoui quien ha visto cómo le quitan el premio que le habían otorgado por su combate en contra de la radicalización islamista. Una verdadera infamia y un verdadero desatino del que estoy segura que Simone Veil hubiese desaprobado.
Precisamente a comienzos de este año leí su hermosa autobiografía L'aube à Birkinau; un testimonio dado a David Teboul, un joven periodista que la convenció de contarle su deportación al campo de concentración nazi.



Philippe Claudel

 LA FIGURA DEL ABUELO EN LA LITERATURA

Muchas de las escritoras que yo sigo en FB hablan siempre de la importancia de la abuela en sus vidas; nunca hablan de la importancia del abuelo y eso me sorprende mucho.
En lo que a mí respecta la figura de mi abuelo materno, el paterno no lo conocí puesto que murió antes de mi nacimiento, fue fundamental en mi vida y creo poder aseverar que también lo fue en la vida de mis hermanos y primos.
Era un hombre extremadamente discreto, respetuoso, silencioso y muy tímido.
Un hombre que creía que la palabra dada era sagrada; no dudo en pensar que para él era más importante que un papel firmado ante un notario.
Era un hombre generoso, trabajador, honesto; un hombre probo en todo el sentido de la palabra.
Pues bien, si ahora hablo de él es porque esta semana volví a leer dos hermosos libros de Philippe Claudel en los que hurga, precisamente, en la imagen del abuelo. Dos libros que nos muestran el poder del amor y del cuidado hacia los nietos.
Cabe aclarar que si bien son dos hermosas novelas cortas no son verdaderas obras de arte.
La que si considero una gran obra es Les âmes grises (Las almas grises).